El presidente de la República, Leonel Fernández, anunció su decisión de declinar de manera voluntaria y espontánea, con actitud de desprendimiento a una nueva repostulación presidencial.
En un discurso dirigido a toda la nación desde el Palacio Nacional, el mandatario afirmó que en defensa de valores democráticos, de progreso y bienestar para el pueblo, ha recibido el respaldo fiel de centenares de miles de personas, compañeros, amigos y allegados, a los que agradeció la confianza que en él depositaron, así como la entrega, el sacrificio y la vehemencia con que asumieron esa causa, esperando haber estado a la altura de sus expectativas e ilusiones.
“En lo inmediato, mi objetivo central será el de concentrarme en la tarea de Gobierno, a fin de enfrentar los distintos desafíos globales que tanto impacto tienen en los diversos sectores de la vida nacional”, dijo Fernández.
Enfatizó que en su condición de presidente de la organización que lo llevó al poder, asumirá su rol de neutralidad frente a la competencia interna de los distintos candidatos y que no influirá para que la balanza electoral interna se incline a favor de alguno de los contendientes.
Añadió que respaldará de manera irrestricta y trabajará de forma entusiasta a favor de quien escoja su partido libre y democráticamente.
“Pongo a disposición de nuestra organización las más de 2 millones de firmas que me fueron otorgadas como expresión de respaldo popular a nuestra gestión gubernamental, que es una forma de individualizar el voto para el próximo certamen electoral”
Recordó que en 1998 recibió el apoyo directo del líder de una de las más importantes fuerzas políticas del país para una reelección presidencial para el año 2000, que sumada a sus fuerzas probablemente habría producido las posibilidades de una victoria electoral como en el 1996, y se abstuvo por razones de prudencia.
Sostuvo que trece años después, recibe respaldo de sectores nacionales y la mayoría de las filas de su partido, pero tiene el propósito de hacer lo que cree correcto, evitar posibles tensiones a la sociedad dominicana y consolidar el proceso democrático.
Fernández manifestó que a pesar de la opinión de sus adversarios, no se considera un caudillo, una figura insustituible, Mesías, o un hombre aferrado al poder, pero se considera y se ha considerado siempre, nada más, un humilde ciudadano, pero responsable, que desde temprana edad asumió el sacrificio de aportar su modesto concurso a un mejor porvenir para el pueblo dominicano.
“Es la pasión que arrastra mi vida, y es la que siempre estaré dispuesto a desempeñar hasta la muerte desde cualquier posición, por más encumbrada o simple que sea, a favor de la libertad, la democracia, y la justicia social del pueblo dominicano y de los pueblos del mundo”, expresó el gobernante.
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